Pedralbes inaugura febrero con una buena calçotada. El restaurante catalán por excelencia de Grupo Oter celebra, durante algo más de dos meses, sus jornadas sobre esta peculiar cebolla.
Se pueden consumir, disfrutándolos por raciones a 14.50€ (sin IVA) acompañados de su salsa romesco o como parte principal de un atractivo menú, a partir de dos comensales. Compuesto por productos característicos de la cocina catalana con toques mediterráneos: Pan amb tumaca, brandada de bacalao, calçot con salsa romesco y butifarra con monchetas, seguido de chuletitas de lechal con salsa ali olí y como colofón crema catalana de elaboración casera, se toma en Pedralbes a un competitivo precio de 38€ persona (sin IVA ni bebidas).
Los calçots, la butifarra y las chuletas se elaboran en auténtica parrilla de carbón de encina que el restaurante incluyó en su última reforma.
Si algo resulta gracioso estos días, es visitar el restaurante y fijarse en sus comensales. Los más atrevidos y protocolarios los comen, como manda la tradición, con las manos pelando las capas exteriores y mojándolos, si se desea, en romesco. Para no macharse, Francisco Rivera, maître de Pedralbes, les ofrece unos divertidos baberos de gran tamaño haciendo así, la comida o cena más típica y amena.
Este original alimento, gracias a su alto contenido en agua y sales minerales, se convierte en el gran aliado para las personas que están de dieta, puesto que, no aporta apenas calorías y además es regulador de las funciones intestinales.
Se pueden consumir, disfrutándolos por raciones a 14.50€ (sin IVA) acompañados de su salsa romesco o como parte principal de un atractivo menú, a partir de dos comensales. Compuesto por productos característicos de la cocina catalana con toques mediterráneos: Pan amb tumaca, brandada de bacalao, calçot con salsa romesco y butifarra con monchetas, seguido de chuletitas de lechal con salsa ali olí y como colofón crema catalana de elaboración casera, se toma en Pedralbes a un competitivo precio de 38€ persona (sin IVA ni bebidas).
Los calçots, la butifarra y las chuletas se elaboran en auténtica parrilla de carbón de encina que el restaurante incluyó en su última reforma.
Si algo resulta gracioso estos días, es visitar el restaurante y fijarse en sus comensales. Los más atrevidos y protocolarios los comen, como manda la tradición, con las manos pelando las capas exteriores y mojándolos, si se desea, en romesco. Para no macharse, Francisco Rivera, maître de Pedralbes, les ofrece unos divertidos baberos de gran tamaño haciendo así, la comida o cena más típica y amena.
Este original alimento, gracias a su alto contenido en agua y sales minerales, se convierte en el gran aliado para las personas que están de dieta, puesto que, no aporta apenas calorías y además es regulador de las funciones intestinales.
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