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Un bistró francés de cocina informal, en un ambiente sofisticado y agradable
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Platos clásicos franceses como los huevos benedict, la
tartiflette, el tartar de magret de pato o las coquilles Sain Jacques, en una
carta original, con platos
para compartir y vinos por copas espectacular terraza de aires parisinos en la esquina
de Serrano con Diego de León, los fines de semana copas y cócteles con DJ
La Tulipe ha aterrizado en el panorama gastronómico madrileño con
fuerza y personalidad. Se trata de un bistró francés, ubicado en una de las
esquinas más emblemáticas de Madrid: Serrano con Diego de León. La Tulipe, con
300 metros de local, divididos en un bar, dos salones y un coqueto office para
cócteles, ha sido decorado por Mónica Andina y Fernando Tapia, que han
pretendido plasmar, dentro de un estilo ecléctico, referencias actualizadas de
la decoración francesa empleada en los bistrós de los años 40 y 50.
La parte de la entrada, más fresca, alberga una gran barra, donde
predominan los tonos neutros y las plantas. La del restaurante, de colores más
intensos, tiene varias zonas, divididas por grandes cortinas de terciopelo
burdeos y mezcla de mobiliario. Al fondo destaca un collage de la diseñadora
Sole Noriega, con un neón en rojo, que contrasta lo antiguo y lo moderno.
Detalles como la vajilla rescatada de varios anticuarios, espejos envejecidos y
bancadas tapizadas completan el magnífico escenario.
De la cocina se encarga el chef francés Jonathan Goimbault (1983),
oriundo de Tours, de la zona del Valle del Loira. Goimbault posee una amplia
formación en cocina clásica francesa, y ha trabajado en Inglaterra
especializándose en cocina de fusión y en Madrid. La carta, típica francesa,
con algún guiño a España, recorre los platos más emblemáticos del país vecino
en secciones fáciles de distinguir, con guarniciones aparte y una parrilla de
carbón de encina. Así encontramos, entre los
aperitivos, la quiche Lorraine o la tosta de confit de pato y frutos rojos;
los huevos poché y benedict; la
tabla de quesos franceses o el foie
fresco a la plancha sobre brioche casero; Una sección de crêpes saladas, entre la que destaca la de tomate seco, queso y
carne picada o la de merluza y espinacas;
las ensaladas y los mejillones; las sugerencias
del chef, entre las que sobresalen el tartar de magret de pato, las
coquilles Saint Jacques con crema de aguaturma y langostinos o la raya a la
mantequilla negra. También son importantes las carnes como el solomillo, la entraña y el picantón de la parrilla,
con sus guarniciones aparte. Y una carta de postres que realiza el pastelero, entre los que destacan las crêpes
dulces, como la suzette, que se hace a base de Cointreau y zumo de naranja o el
coulant de chocolate.
De la parte de la bodega y la
coctelería se encarga el sumiller y Director de La Tulipe, Carlos Álvarez
(Madrid, 1983) que viene entre otros del Hotel AC Santo Mauro y de La Broche,
en el Hotel Miguel Ángel. Tiene una variedad original en su carta de vinos y se
pueden pedir por copas, incluyendo referencias francesas de las zonas clásicas:
Burdeos, Borgoña y Champagne.
La terraza, que
ocupa gran parte de la esquina de Serrano y Diego de León, es otro de los
alicientes de La Tulipe. Con las típicas sillas de trenzado geométrico y
colores vivos de café parisino, manteles rayados y plantas, se encuentra en un
lugar privilegiado del barrio de Salamanca. La carta de la terraza es la misma
que la del restaurante, que además cuenta con una preciosa iluminación por las
noches.
Cuando la noche avanza, los
jueves, viernes y sábados, un DJ llega
para amenizar el final de las cenas con música house, low tempo y electro
swing. En ese momento la carta de cócteles y ginebras Premium cobra
protagonismo.